miércoles, 30 de abril de 2014

La Fe es el enlace para las Bendiciones de Dios



La fe es el enlace que nos une a cada promesa de Dios.
Nos trae todas las bendiciones.
No me refiero a una fe muerta, sino a una viva.
Hay una gran diferencia entre las dos.
Un hombre podrá decirme que se han depositado diez mil dólares en un banco a mi nombre. Yo podría creerlo, pero ¿cómo me beneficia si no actúo y voy a sacar el dinero?
La incredulidad cierra la puerta y oculta la bendición.
Alguien ha dicho que hay tres elementos en la fe: conocimiento, asentimiento y aceptación.
Un hombre puede tener una buena cantidad de conocimiento de Cristo, pero eso no lo salva.
Nuestro conocimiento de Cristo no nos ayuda si no actuamos.
Muchos también asienten y dicen:"creo", pero eso tampoco los salva.
Conocimiento, asentimiento y luego aceptación, es ese último elemento el que salva y el que une al alma con Cristo.

D. L. Moody

Dios escucha su clamor


Si le pedimos a Dios que nos libre y nos dé victoria sobre el pecado, él no se hará de oídos sordos.
No importa cuán corrupta haya sido la vida, no importa cómo haya sido el pasado, no importa cuán desobediente se haya sido.
 Si uno quiere realmente volver a Dios, Él acepta la mente dispuesta y el corazón arrepentido.
Dios escuchará la oración y responderá.
Simplemente sea sincero y Dios responderá a su clamor.

Por supuesto, hay clamores falsos y arrepentimiento fingido.
Las madres entienden esto. Saben cuándo sus hijos lloran sinceramente o si es un llanto fingido.
Pero si el hijo da un llanto de angustia, la madre dejará todo y llegará corriendo a ayudar a su hijo.
De igual manera, nunca he oído que Dios decepcione a alguien que es sincero en cuanto a la salvación de su alma o que busca una vida más consagrada.

D. L. Moody

Dios ve el corazón

Dios ve el corazón


Nadie sabe qué hay en el corazón humano sino Cristo.
No conocemos nuestro propio corazón; ninguno de nosotros tiene alguna idea de lo malo que es.
Tenemos un corazón que se ha rebelado en contra de Dios por naturaleza y ni siquiera amamos a Dios, a menos que hayamos nacido del espíritu.
Esta es una verdad que a la gente no le gusta en absoluto, pero me he dado cuenta de que la medicina que no nos gusta, a menudo, es la medicina que es mejor para nosotros. Si pensamos que no somos tan malos como la descripción, debemos darnos una mirada más de cerca.

D. L. Moody

Honor a quien Honor merece

Honor a quien Honor merece

Hace algunos años supe de una pobre mujer que hizo grandes sacrificios para enviar a su hijo a la escuela y a la universidad. Cuando iba a graduarse, le escribió a su madre para que llegara, pero ella le mandó a decir que no podía porque su mejor falda ya la había modificado y remendado varias veces. Era tan desaliñada que temía que él se avergonzara de ella.

El muchacho le volvió a escribir diciéndole que no le importaba cómo se vistiera y le pedía encarecidamente que fuera. Él la recibió en la estación y la levó a un lugar agradable para que se alojara.
Llegó el día de su graduación y él pasó por el pasillo ancho con esa pobre mujer, vestida con ropas muy poco elegantes. Él se aseguró de que ella tuviera uno de los mejores asientos del salón.

Para gran sorpresa de la madre, su hijo fue el estudiante más sobresaliente que pronunció el discurso de su clase, y tuvo un éxito arrollador. Ganó un premio y cuando se lo entregaron, bajó ante toda la concurrencia y besó a su madre. Entonces dijo:"Madre,¡aquí tienes el premio! Es tuyo. Yo no lo habría ganado si no fuera por ti.

Él era un muchacho que tenía las cosas en su lugar. Sabía quién se merecía su gratitud y su honra por su éxito.
Que todos aprendamos una lección de ese ejemplo.
¿Quién lo ha ayudado a crecer y a lograr algo importante?
Tómese el tiempo para agradecerle a Dios por esa gente, y tómese el tiempo para expresar su gratitud a esas personas también.

D.L.Moody













Frases de aliento