sábado, 17 de mayo de 2014

Amar a una sola mujer


Sociedad con Dios


Ir y hacer


Como águilas


Cuidado con el chisme


Somos eternos


El Líder


Seamos sabios


Puedo hacer algo


Un día todo se sabrá


Carácter


Líderes






Líderes


Vivir la vida


Vive tu vida


Fe en Dios


miércoles, 14 de mayo de 2014

¡Toma tu desayuno!


-El desayuno es la comida más importante del día.
-No salgas de la casa sin desayunar.
-Un buen desayuno te beneficiará todo el día.

Estas frases y otra similares son muy conocidas en nuestra cultura, aunque ya no son solo el consejo de mamá. Los doctores y los científicos han gastado millones de dólares para descubrir lo que siempre supieron las mamás.
Sin embargo, aun más importante que un desayuno natural nutritivo es un desayuno espiritual nutritivo.
Proverbios 31:15 dice de la mujer ejemplar que se levanta temprano para darle alimento espiritual a su familia.
David dijo en el salmo 63:1: "Dios mío, tú eres mi Dios. Con ansias te busco desde que amanece".
Una vez Jesús les dijo a sus discípulos: "Yo tengo un alimento que ustedes no conocen", y luego explicó: "Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y terminar su obra"(Juan 4:32,34). Jesús se refería a que andar en obediencia al Padre y hacer su voluntad lo motivaba y facultaba. La vida de Jesús fluía desde "adentro hacia fuera". Lo mismo debe ser cierto para los que procuramos seguir sus pasos.

Cuando pasamos la primera parte del día con la Palabra de Dios, orando, meditando, alabando y adorando, adquirimos una fortaleza interior y una energía que le agrega vitalidad al día completo.
Este "alimento para el alma" es un alimento de verdad del que el mundo nada sabe, que nos prepara para llevar a cabo la voluntad de Dios.
Sin importar a dónde nos pueda llevar nuestro día, tenemos una mente renovada para pensar los pensamientos de Dios, para sentir el latido de su corazón y decir y hacer lo que Jesús diría y haría.

Después de tomar tu Desayuno con Dios, estarás preparado para enfrentar lo que el día te traiga...y terminar el día con menos estrés y frustración.
Dios nos promete que si buscamos primero su reino, todas las demás cosas nos serán añadidas.(Mateo 6:33).
Cuando haces de tu relación con Dios la máxima prioridad, ¡te preparas para recibir bendiciones todo el día!

martes, 6 de mayo de 2014

Confía en Dios


¿Hay alguna razón para estar abatido?
Hay dos razones y sólo dos.
Si sentimos que no somos convertidos, hay razón para sentirse uno abatido; o si habiendo sido convertidos vivimos una vida de pecado.
Pero aparte de estas dos razones no hay motivos para abatirse, porque todo lo demás podemos ponerlo delante de Dios en la oración con súplica y acción de gracias. Y con respecto a todas nuestras necesidades, dificultades y pruebas, podemos ejercitar la fe con el poder y el amor de Dios.
"Esperanza tú estás en Dios". Recuerda esto. No hay tiempo en que no podamos confiar en Dios. Cualquiera que sean nuestras necesidades, por muy grande que sean nuestras dificultades, y aunque parezca que la ayuda es imposible, no obstante, nuestro deber es confiar en Dios; si hacemos esto, hallaremos que no lo hemos hecho en vano. En el tiempo que el Señor lo juzgue oportuno, obtendremos la ayuda.
Dios puede ayudarnos en diez mil diferentes maneras y en diez mil ocasiones distintas.
Lo que nosotros tenemos que hacer es poner nuestros asuntos delante de Dios y con simplicidad infantil derramar lo que tengamos en nuestro corazón delante de Él, diciendo:
"Yo no merezco que me oigas ni contestes mis peticiones, pero por amor de mi bendito Señor Jesús; por su causa, contesta mi oración y concédeme tu gracia para que espere pacientemente hasta que a ti te plazca contestar mi oración. Porque yo creo que tú lo harás en tu propio tiempo y manera"


Confía y Espera


¿Has orado una y otra vez y esperado por largos períodos, y aún no ves ninguna señal?
¿Estás cansado de esperar y no ver que acontezca algo?
¿Estás a punto de abandonarlo todo?
Quizás no has esperado como debías.
Esto te ha conducido fuera del verdadero lugar, el lugar donde Él puede encontrarte.
Espera con paciencia.
La paciencia destierra el cansancio.
Él dijo que vendría y su promesa es equivalente a su presencia.
La paciencia hace que desaparezca tu llanto.
¿Por qué te entristeces y desesperas?
Él sabe mejor que tú cuál es tu necesidad, y su propósito en esperar no es otro que el sacar de todo, la mayor gloria.
La paciencia termina con las obras personales.
El trabajo que Él desea, es que creas, y cuando crees, entonces puedes comprender que todo está bien.
La paciencia quita todo deseo.
Tu deseo por las cosas que quieres, quizás es mayor que tu deseo en que se cumpla la voluntad de Dios cuando llegue.
La paciencia destierra toda debilidad. En vez de tardar o dejar que pase el tiempo, sabe que Dios está preparando una provisión mayor, y que debe tenerte a ti también preparado.
La paciencia hace que desaparezca la vacilación. Los cimientos de Dios son firmes, y cuando su paciencia está dentro de ellos, permanecemos firmes mientras esperamos.
La paciencia se dedica a la adoración. Algunas veces la paciencia de alabanza "tolera el sufrimiento con gozo". Esto es lo mejor de ella.
"Más todas estas frases de paciencia tengan su obra perfecta mientra esperas y encontrarás un gran enriquecimiento"

No perdonar obstaculiza la Oración



Quien intenta orar a Dios con espíritu enojado, con un corazón sin reconciliarse y con cuentas pendientes con su prójimo, está esforzándose en vano. Porque los rencores, las amarguras y la acritud quebrantan la ley de la oración.
 Ciertamente la ley de Cristo en relación con la oración es rígida y exigente. Ella va al corazón y demanda que el amor fraternal sea entronizado allí.
El sacrificio de la oración tiene que ser sazonado y perfumado con amor; un amor que permanezca en el corazón, en la mente y en el alma.